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La relación entre la exposición a ruidos fuertes y la pérdida auditiva

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La relación entre la exposición a ruidos fuertes y la pérdida auditiva

La pérdida auditiva es un problema de salud auditiva que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 466 millones de personas en todo el mundo sufren de pérdida auditiva discapacitante, lo que equivale a aproximadamente el 5% de la población mundial. Aunque hay varios factores que pueden contribuir a la pérdida auditiva, uno de los más prominentes es la exposición a ruidos fuertes.

La exposición a ruidos fuertes puede ocurrir en una variedad de entornos, incluyendo el trabajo, el hogar y los espacios públicos como conciertos y eventos deportivos. El ruido excesivo puede dañar los delicados mecanismos del oído interno, incluidos los pequeños pelos que son responsables de enviar señales eléctricas al cerebro. Cuando estos pelos son dañados o destruidos, se produce una pérdida de audición irreversible.

En este artículo, nos adentraremos en más detalles sobre la relación entre la exposición a ruidos fuertes y la pérdida auditiva, examinando cómo ocurre el daño auditivo, los tipos de ruido que pueden causar problemas y cómo se puede prevenir la pérdida de audición.

Cómo ocurre el daño auditivo

El ruido fuerte causa daño en el oído interno al sobreestimular las células sensoriales del oído interno. Las células sensoriales, también conocidas como células ciliadas, son responsables de transmitir las señales eléctricas que se traducen en sonido al cerebro. Cuando estas células se sobrestimulan por ruido excesivo, pueden sufrir daños o morir. Una vez que se han destruido, no se pueden reemplazar, lo que puede provocar una pérdida de audición permanente.

Los tipos de ruido que pueden causar problemas

Cualquier sonido que sea lo suficientemente fuerte como para causar una incomodidad temporal en los oídos puede ser perjudicial si se mantiene durante largo tiempo. Por lo tanto, el ruido no tiene que ser ensordecedor para ser dañino para nuestra audición. Algunos ejemplos de ruidos peligrosos incluyen:

- Música a alto volumen (en casa, en un concierto o en una discoteca)
- Herramientas eléctricas y maquinaria industrial (por ejemplo, taladros, cortadoras de césped y sierras)
- Motores de vehículos, aviones y trenes
- Exposición a explosiones (por ejemplo, fuegos artificiales)
- El uso de auriculares con el volumen muy alto

Cómo prevenir la pérdida de audición causada por ruido

La buena noticia es que la pérdida de audición causada por ruido es en gran parte prevenible si se toman medidas de precaución. Algunas formas en las que se puede reducir el riesgo de daño auditivo incluyen:

- Limitar la exposición al ruido fuerte: reducir la cantidad de tiempo que se pasa en ambientes ruidosos o llevar protectores auditivos como tapones para los oídos o auriculares para los oídos con cancelación de ruido.

- Reducir el volumen del sonido: esto es especialmente importante al escuchar música a través de auriculares, ya que el volumen alto puede causar daño auditivo a largo plazo.

- Descansar los oídos: tomándose un descanso después de estar expuesto al ruido fuerte, dando tiempo a los oídos para recuperarse.

- Realizar pruebas audiométricas regulares: esto permitirá a los médicos revisar la audición de la persona y detectar cualquier problema en etapas tempranas.

Conclusión

La exposición a ruidos fuertes y la pérdida auditiva están estrechamente relacionados. Los ruidos fuertes pueden dañar los mecanismos del oído, en particular las células ciliadas, que son responsables de enviar señales eléctricas al cerebro. Aunque la pérdida auditiva es común, es prevenible. La limitación de la exposición al ruido fuerte, el uso de protección auditiva y las pruebas audiométricas regulares son importantes para prevenir y detectar la pérdida auditiva en etapas tempranas.